Dec 21, 2016

Una visita inesperada: recuerdos eTwinning


Este año participo en un nuevo proyecto eTwinning. ¡Han sido muchos desde que me embarqué en esta aventura, allá por 2005, cuando el Programa de colaboración entre centros escolares europeos comenzaba a dar sus primeros pasos!


En este tiempo ha habido de todo. Experiencias "memorables", como le gusta decir al maestro y amigo Fernando Trujillo (@ftsaez), y momentos para olvidar. Entre los primeros, cómo no recordar aquellos proyectos reconocidos con los Sellos de Calidad Nacional o Europeo y, por supuesto, el inolvidable viaje a Bruselas para recoger el Premio Europeo eTwinning en la categoría de promoción del español, en 2014. 




Pero también ha habido dificultades. Socios que no responden, tareas que se complican, proyectos que no terminan de echar a andar o que concluyen casi antes de empezar. Es parte del aprendizaje, así que no renuncio a ninguno de ellos. Todos me han servido para mejorar en las tareas que propongo a mis alumnos/as y a crecer como docente aprendiendo y disfrutando en proyectos compartidos que aportan motivación y diversión pero, a la vez, sirven como ligazón para integrar las competencias básicas, para lograr un aprendizaje significativo desde situaciones auténticas de comunicación (no siempre en inglés, también en lengua castellana) y para abrir las puertas a la participación auténtica del alumnado porque son ellos los que toman decisiones mediante trabajo cooperativo aquí y en colaboración con sus "compañeros/as" de los países socios, "allí".

Hubo un tiempo que yo también hablaba del bajo rendimiento de los alumnos, me quejaba a diario de resultados insatisfactorios, de la pasividad y la ausencia de pensamiento crítico y autonomía de los niños y niñas; de las dificultades de nuestro trabajo cotidiano, del cansancio en la búsqueda de una manera de incorporar nuevas metodologías convencido del daño que produce ese desfase metodológico y pedagógico. 

Pero con eTwinning hubo un antes y un después. Constatamos que la interacción y la colaboración son el motor del aprendizaje; que esa "pedagogía del encuentro" tiene ventajas y beneficios, para el alumnado, para los docentes y para el propio centro escolar. El aula, o es un espacio de comunicación,  o no es nada. eTwinning pone a disposición del docente una herramienta poderosa con múltiples posibilidades que cada uno puede aprovechar ajustándola a las necesidades de su alumnado. 

Nuestra aula nos parecía pequeña para 27 niños y niñas. Pero con eTwinning, bajo esas cuatro paredes, caben muchos más compañeros y compañeras. Este año somos 64. Nuestro "cuaderno" de trabajo se llama Twinspace, una potente herramienta donde se desarrolla todo el trabajo escolar: desde la reflexión y aportación individual a las tareas colaborativas, además de ser un espacio de comunicación mediante chat, videoconferencia, forum o el diario de proyecto. Y todo ello, en un entorno virtual absolutamente seguro. 

eTwinning ayuda a dar respuestas a las necesidades del alumnado, mejora la eficacia en la atención a la diversidad, posibilita la puesta en marcha de proyectos compartidos por toda la Comunidad Educativa (¡qué dificil a veces encontrar espacios de participación para las familias y  entorno cercano!), hace posible desarrollar las competencias básicas de manera integral,  mejora la oferta educativa del centro escolar para una educación de calidad y equidad y constituye una ventana abierta a Europa y al Mundo.

eTwinning es una de las respuestas más eficaces ante los retos educativos que se nos plantean en este siglo XXI. Tenemos el desafío de dotar a nuestros alumnos/as de herramientas útiles y funcionales; de nuevas habilidades, destrezas, conocimientos y competencias con las que enfrentarse a las demandas laborales, económicas y profesionales de una sociedad intercultural y globalizada en un futuro que es difícil de predecir. 


Estos 10 años me han dado la posibilidad de compartir ideas y experiencias con muchos compañeros y compañeras de toda Europa, de aprender y crecer profesionalmente mediante una actualización didáctica constante y útil con un reflejo en mi trabajo diario en el aula: Seminarios, Encuentros, Grupos de Trabajo, Cursos...

Si conoces eTwinning ya  lo sabrás; en caso contrario, debes saber que en eTwinning "keep calm; you never walk alone". La familia eTwinning es cada vez más numerosa y nos llevamos muy bien. Desde los grupos en redes sociales, desde la Red de Embajadores o desde el mismo Servicio Nacional de Apoyo encontrarás toda la ayuda necesaria, tanto técnica como pedagógica para lanzarte a iniciar esta aventura. 


 Y, por qué negarlo, me ha proporcionado diversión y entusiasmo, algo que, por lo visto, escasea hoy día en nuestras aulas;  me ha dado la satisfacción personal de constatar la mejora de mis alumnos/as y compartir con ellos ese viaje personal, a la vez divertido y emocionante. Satisface reencontrarse con antiguos alumnos/as y escucharles hablar de eTwinning, de cómo vivieron esos proyectos, los recuerdos que guardan y para qué les ha servido. 



Hoy, al salir de clase, he tenido una visita inesperada. Y en la mirada de esos jóvenes (¡qué deprisa han pasado esos 10 años!) cualquiera hubiera podido leer al instante lo que yo he tenido que explicar con tantas palabras. 

Gracias, chicos y chicas, por traerme a la memoria,  durante unos minutos,  esos recuerdos y por contagiarme, una vez más, vuestra ilusión y vuestro entusiasmo. Que no falte. 



Aprovechando estas fechas os dejo las tarjetas navideñas de los chicos y chicas italianos y españoles que han creado conjuntamente, en el proyecto que tenemos entre manos Aprendemos Jugando.
¡Felices Fiestas a todos/as!









Dec 18, 2016

¿Qué notas?

Llega diciembre y, además de la Navidad,  es tiempo de notas escolares. Y lo digo intencionadamente: es tiempo de "notas escolares" porque el tiempo de "evaluación" se debería dar durante el desarrollo de las tareas en el aula (y fuera de ella) a lo largo de todo el trimestre. La evaluación no es una estación de llegada. Solo la evaluación que acompaña al alumno/a en su tarea cotidiana le es útil para reconducir sus esfuerzos para lograr el objetivo planteado. Pero seguimos separando el tiempo en el que se enseña (y por lo visto, se aprende) y el tiempo en el que se demuestra que se ha aprendido (al final de cada trimestre, justo antes de los periodos vacacionales de Navidad, Semana Santa y verano).
Y digo intencionadamente "notas escolares"... para los alumnos porque, por lo visto, no es tiempo de notas escolares para la acción docente ni para la acción familiar, inseparables del proceso de aprendizaje de nuestros alumnos/as.




Ante las notas, me rindo.  Llevo casi 30 años de docencia y no soy capaz aún de reducir lo que mis alumnos/as aprenden o no aprenden a una nota numérica. Seré así de torpe pero en esto no "progreso adecuadamente".  Pero es lo que toca, por lo visto. Ni las autoridades educativas (con una ley absurda que limita la enseñanza a entrenar para pasar pruebas externas y superar estúpidos e innumerables estándares), ni los medios de comunicación (que nos PISAn continuamente con sus titulares), ni muchas familias (que siguen confundiendo "aprobar" y "saber"), ni muchos docentes (que convierten las sesiones de evaluación en un simple intercambio de notas) parecen tener ningún interés en evaluar. 

La evaluación no es solo  comprobar los resultados de la actividad de los alumnos/as. Debería ser un instrumento de intervención educativa. ¿De verdad los docentes utilizamos la evaluación como una herramienta para reconducir nuestra acción en el aula e introducir mejoras en nuestra práctica escolar? Oigo hablar poco de eso en estos días finales de trimestre. 

Este es el boletín de notas que recibe un alumno/a en Madrid, con el sistema informático SICE:

¿De verdad esto puede resumir el aprendizaje de un alumno durante un trimestre? Reducimos toda la actividad de un alumno/a durante tres meses a un 5, un 7 o un 8.  Afortunadamente, han tenido el detalle de dejar un "espacio" para las observaciones del tutor. ¿No lo has visto? Fíjate bien, está al final, señalado de color amarillo.  No sé si me dará para un simple "Feliz Navidad".
¿Ahí debo incluir todas mis observaciones sobre el aprendizaje?  ¿Cómo detallar ahí los puntos fuertes de ese niño/a o sus debilidades, sus logros y sus dificultades,  su grado de adquisición de los contenidos, su desempeño de las competencias básicas, sus progresos o limitaciones, su actividad y participación en el aula, su interés, atención y curiosidad por aprender, su manera de colaborar y relacionarse con sus compañeros/as,  su comportamiento en el aula, su ritmo de trabajo, su autonomía o su dependencia del profesor, las estrategias que sigue ante una tarea, su afán de superación o su iniciativa... y tantas y tantas cosas que como tutor debo evaluar? 

No voy a alargarme hablando de la diferencia entre "evaluar" y "calificar", mucho y muy bueno se ha escrito ya sobre ese asunto.  No voy a detenerme mucho más en diferenciar "aprobar" y "saber", ni ahondaré en lo que  Salva Rodríguez  llama "aprendizaje fingido", en una expresión acertadísima, o en la diferencia que marcan esas notas entre "buenos y malos" o peor aún entre "listos y menos listos"; no hablaré de la falta de fiabilidad y validez de muchas pruebas que ponemos los maestros, de muchos exámenes que miden los conocimientos que pueden medirse pero no lo que el alumno "aprende" en su sentido más amplio; no hablaré de unos métodos de evaluación que transmiten una forma de entender el aprendizaje muy perjudicial (memorizar y volcar ese contenido lo más parecido posible al original como garantía de éxito). ¿Hablamos del grado de "incertidumbre" que tienen las notas?, quiero decir, ¿hasta qué grado no influyen en las notas nuestras impresiones subjetivas, nuestras expectativas, nuestras decisiones en el día a día en el aula..? No todo en la nota depende del alumno, buena parte de ella no refleja la acción del alumno sino la nuestra. 

Creo que las notas en Primaria son un obstáculo para el aprendizaje porque se colocan como meta de toda tarea educativa. Y no son la meta, deberían ser una herramienta.  El boletín, ese boletín, no aporta ninguna información útil a las familias sobre el proceso de aprendizaje (¿un proceso reducido a un número? ¿así saben las familias como "va" su hijo/a en el colegio?) y a mí, como tutor, me plantea un problema al rellenarlo. Y sobre todo, no le sirve al alumno/a para nada: sean buenas o malas las calificaciones no le indican el camino a seguir,  los cambios a realizar, las estrategias a desarrollar para lograr vencer los obstáculos... (algo más concreto que "estudia más", "esfuérzate más", "tienes que mejorar"...). 

¿Qué propongo?

Dos cuestiones sencillas:

1- Hacer una evaluación más diversa, como diversos son nuestros alumnos/as, sus intereses y necesidades y sus ritmos de trabajo. Para ello, a mí me funcionan las rúbricas de evaluación (ver final del post) y el portfolio. Con las rúbricas los alumnos pueden orientar sus esfuerzos a lograr la máxima puntuación porque los criterios son claros y objetivos. El portfolio constituye una "mochila" completa con la que contemplar la tarea de cada niño/a en su totalidad: sus progresos y sus dificultades. Y es un elemento esencial para la autoevaluación ( tan importante para lograr un aprendizaje eficaz).En él se incluyen todas las producciones del alumno/grupo: cuadernos, textos finales y bocetos, pruebas escritas,.... Al final de cada mes se realiza una valoración del trabajo realizado (seleccionado qué materiales serán objeto de evaluación ya que la cantidad es enorme y no todo se evalúa, solo lo más significativo, es decir, aquello que refleje una verdadera mejora ya sea en rendimiento, en procedimientos empleados o en funcionamiento y eficacia del grupo.

2- Eliminar las notas numéricas en Primaria. No sirven para lo que dicen que sirven. Así de claro. En todo caso, si tanto miedo nos da, eliminarlas durante el curso y anotarlas al final  en las Actas de Evaluación que nos indican si promociona o no de curso. Pero, al menos,  durante el curso cambiarlas por valoraciones cualitativas que les ayuden a mejorar su aprendizaje. No es ciencia ficción. Muchos países europeos ya lo hacen así (no solo la maravillosa Finlandia).

Y ya que estamos cambiar la manera de informar a las familias, eliminando ese boletín y cambiarlo por un informe más completo.

Yo utilizo este, con todas las imperfecciones que pueda tener. Pero de momento me sirve y lo envío una vez al mes. Y lo adjunto al ridículo "boletín" que nos imprime el SICE. Es una simple tabla con varios espacios en blanco que me permiten explicar razonadamente cada una de mis decisiones. El alumno se autoevalúa con las rúbricas y con un registro de datos (por ejemplo, de los cuadernos, como explico al final de esta reflexión)







Dicen que la forma de evaluar de un centro escolar dice mucho sobre qué y cómo aprenden sus alumnos/as. Quizá sea hora de dar un paso al frente.

Titulaba esta reflexión ¿Qué notas?. Pues noto una extraña sensación de amargura y de impotencia. Una sensación de no ser justo y de "cumplir" con ciertas "normas", que en realidad no lo son, incoherentes con lo que pienso y lo que siento. No son normas, son decisiones que tomamos o dejamos que otros tomen por nosotros sin cuestionarnos por qué y para qué. 


Para saber más






anexo

Estas son algunas de las rúbricas que utilizo en clase.






Esta es la guía que utilizamos para valorar el trabajo en los cuadernos de trabajo:
Consta de 15 items. Cada alumno marca con X la casilla correspondiente y el profesor también. Se analiza la visión de cada uno conjuntamente y se anota la puntuación. Suponen un 30% de la nota final.


Cuadernos by javier on Scribd







Rúbrica de trabajo en equipo



Rubrica Trabajo en Equipo by javier on Scribd (no está elaborada por mi pero desconozco al autor, la utilizo actualmente hasta que construyamos una rúbrica propia más acorde a nuestra metodología)




En algunas materias, como en Matemáticas, los alumnos disponen de una guía de contenidos mínimos y de objetivos a lograr en esa unidad didáctica.






Dec 5, 2016

Despedida

Hoy es 5 de diciembre. Prefería escribir sobre Fritz Lang, director de cine que nació un día como hoy en 1890.  Es más, hoy la palabra que me viene a la cabeza coincide "causalmente" con el título de una de mis películas favoritas: FURIA.

(fuente:wikipedia)

Ya es paradójico que me sienta así, como Spencer Tracy,  el día que termina el #ConvivenciaMooc.  ¿Cosas del destino? No lo creo. Por eso hablo de "causalidad" y no de casualidad.  

Ya comenté en este blog mi opinión sobre este MOOC que ha lanzado Educamadrid. Otros muchos compañeros/as han expresado en redes sociales sentimientos y opiniones similares.  No voy a repetirme. Tan solo me gustaría hacer una breve valoración. Es lo que toca ¿no?

Según leo en la Guía Didáctica los objetivos que se planteaban eran:





No están mal ¿verdad?. Teniendo en cuenta que el curso duraba justamente 4 semanas (desde 7 noviembre a 5 diciembre) y se supone que tenía  "un total de 50 horas de trabajo" , ¿no les parecen unos objetivos un "poquito" ambiciosos?  ¡Ojalá en el gimnasio consiguiéramos, al menos, la mitad de nuestros objetivos en 4 semanas! Pero no. Los hechos son tozudos y se empeñan en llevarnos la contraria.

¿De verdad cree usted, Sra.Educamadrid, que ha logrado conseguir esos objetivos? Le aseguro que en una P2P  no lograría ni el 10% , ¡ ni con la mejor rúbrica que sea capaz de imaginar!

Supongo que como alumno "aprobado" debería estar dando saltos de alegría y no sentirme furioso. Pero no. ¿Será porque distingo perfectamente la diferencia entre "aprobar" y "saber"?  Cualquier docente que lea esto comprenderá a la primera de qué estoy hablando. No insistiré. 

En fin, me siento furioso porque creo que en gran parte tenía razón (solo en parte, lo sé y me alegro). Y me hubiera gustado no tenerla.  Sinceramente,  no creo que el "curso" exprés haya servido para los objetivos que perseguía:

- en mi centro hemos participado varios docentes y no ha contribuido a la mejora del clima escolar. Era y sigue siendo, 4 semanas después, bastante satisfactorio. Para eso trabajamos día a día los maestros y maestras de un Claustro comprometido con su labor docente. 
- no me considero, un mes más tarde, más experto para  "detectar causas y ofrecer respuestas" ante el acoso escolar. 
- Debate sí ha generado, eso no lo puedo negar. Pero admitamos también que ha generado controversia: dificultades en la corrección y en el manejo de las TIC y redes sociales (que se presupone que debemos todos dominar), tareas poco definidas, tratamiento superficial de algunos contenidos en los que es imposible  profundizar, lenguaje a veces confuso y contradictorio, un caos informativo con una ingente cantidad de información para leer, investigar, analizar, compartir...Seguro que mucha de esa información, en algunos casos muy útil e interesante, se ha perdido en ese maremágnum. Una lástima, porque muchos compañeros y compañeras están haciendo excelentes prácticas en sus centros.  
- ¿Tomar conciencia? La inmensa mayoría de los docentes, por no decir todos,  estamos concienciados de la importancia de la convivencia y del desafío que supone la lucha contra la desigualdad y el maltrato: desde el insulto a la agresión física pasando por el rechazo o el aislamiento. No tengo más conciencia que el día 7 de noviembre. 
- Sobre "SociEscuela" prefiero no opinar. Ya lo hice y estando furioso no sería buena idea.



Tal y como dije la otra vez, lo mejor ha sido el intercambio de ideas, reflexiones  y experiencias  con otros compañeros y compañeras. 

Pero yo, personalmente, no me siento bien. Ya sé que será cosa mía. Será que me hago mayor y me toca hacer de "pitufo gruñón". Pero les aseguro, que muchos compañeros y compañeras han vivido este MOOC agobiados,  como una carrera de obstáculos, y sé de lo que hablo porque los he tenido muy cerca. Y la esencia de un MOOC no es  eso, es  todo lo contrario.  Por cierto, lo de las "50 horas" no voy siquiera a comentarlo. Atrévanse a preguntar por las redes a ver qué les parece. 

Así que, para terminar, y por mi parte, Sra. Educamadrid usted no certifica.  No le doy crédito. 

Hoy es 5 de diciembre. Un día como hoy, hace tres años, murió  Nelson Mandela. Dejemos la furia y reflexionemos sobre palabras de convivencia y respeto.